El Olivar
Si nos adentramos en la Finca El Morrito por un espectacular camino arropado de un hermoso campo, sobrepasando con la vista encontramos 30 hectáreas de olivar.
El olivar no es solo un campo de cultivo: es una metáfora de la vida, un monumento a la paciencia y un emblema de belleza inmutable.
El Olivar
Un Paisaje Emblemático de Historia, Cultura y Naturaleza
El olivar no es solo un campo de cultivo; es un paisaje emblemático que encarna años de historia, tradición y un profundo vínculo entre el ser humano y la naturaleza. El olivo, con su tronco retorcido y hojas de un verde plateado, ha convertido las extensas tierras de El Morrito en un símbolo de belleza, resistencia y vida.
En épocas de cosecha, la quietud se rompe con el murmullo de las varas golpeando las ramas y el sonido de las aceitunas cayendo sobre las lonas. Es un momento casi ritual, en el que agricultores vuelven a la tierra, conectando con la naturaleza en un ciclo que se repite desde hace años.
Belleza poética
Paisaje que invita a la contemplación, donde los tonos verdes y ocres del suelo contrastan con el cielo azul limpio. Es un escenario donde la luz y las sombras juegan entre las ramas, y donde cada árbol, con su corteza rugosa y su porte estoico, parece contar una historia única.